NUEVO EXPLORER 100% ELÉCTRICO
Ya está aquí el SUV totalmente eléctrico definitivo. Diseño icónico. Carga rápida. Con un confort superior y conectividad de última generación. Reinventa tu manera de explorar con el Nuevo Explorer..
Haz clic aquí para contactar con nuestro asistente virtual
Un coche 100 % eléctrico funciona solamente con batería y se recarga a través de un punto de carga eléctrico. Esto se traduce en la ausencia total de combustible, una conducción sin emisiones y una autonomía de hasta 600 km.
En la carretera, experimentarás un par instantáneo, una aceleración suave y progresiva, y una conducción silenciosa.
Además, con incentivos gubernamentales, reducción de impuestos de circulación y menores costes de servicio, elegir un coche eléctrico puede ser beneficioso para tu bolsillo y para el medioambiente.
Conduce con la tranquilidad de que tu vehículo eléctrico no genera emisiones.
Los vehículos eléctricos ofrecen un trayecto ininterrumpido desde el punto de origen hasta el destino. Todos excepto los viajes de larga distancia.
Los vehículos 100 % eléctricos tienen menos piezas móviles que los que conforman un motor de combustión. Esto se traduce en menos mantenimiento, menores costes y una mayor vida útil.
Carga en la carretera con nuestra red de carga BlueOval™, que ofrece más de 500.000 puntos de carga en toda Europa, incluidas las estaciones IONITY de alta velocidad. Para una carga sencilla en casa, ofrecemos cargadores de pared inteligentes, así como cables de carga para su uso con enchufes domésticos estándar.
Nuestros últimos vehículos eléctricos combinan baterías de gran capacidad con tecnologías de optimización de la autonomía para recorrer cómodamente largas distancias con una sola carga. Por ejemplo, el Mustang Mach-E puede recorrer hasta 600 km antes de que sea necesario cargarlo.
Nuestros vehículos totalmente eléctricos están equipados con paquetes de baterías de iones de litio de alto rendimiento.
Los coches eléctricos funcionan de esta forma: al cargarse, se proporciona energía química a las baterías y esta energía se «descarga», después, en forma de corriente eléctrica para alimentar el motor conectado del vehículo. A medida que el vehículo circula, nuestro sistema de frenado regenerativo recupera parte de la energía, que generalmente se pierde al conducir por inercia o frenar, para ampliar la autonomía eléctrica del vehículo.