Lo primero que necesitas saber es que las caravanas se distinguen por pequeñas y grandes y por número de ambientes. Los ambientes son las distintas zonas para comer o dormir dentro de una caravana y suelen tener dos o tres ambientes normalmente.
CARAVANAS PEQUEÑAS
Lo primero que has de tener en cuenta es que el número de personas que viajarán en ella. Esto puede resultar determinante en muchos casos, ya que, para viajar en pareja, por ejemplo, una caravana pequeña es más que suficiente. Por el contrario, si tus hijos y amigos se apuntarán a tus viajes, es preferible viajar en una de mayor tamaño.
Ambos tamaños de caravana tienen ventajas e inconvenientes, pues las caravanas pequeñas, por ejemplo, necesitan coches menos potentes para tirar de ellas. Si dispones de un vehículo de prestaciones normales, esto puede ser un factor a tener en cuenta. Además, su coste de compra o de alquiler, evidentemente, siempre será inferior al de una caravana de mayores dimensiones. Por ende, también habrá un menor gasto en consumo de combustible y su uso será más económico. Y si lo que miramos es el bolsillo, lógicamente, una pequeña tendrá menor coste de mantenimiento.
Además, piensa que una pequeña es más fácil de aparcar y de maniobrar.
Las caravanas de menores dimensiones suelen contar con dos ambientes y capacidad para entre dos y cuatro personas. Suelen contar con dos camas, de las que al menos una de ellas se convertirá en mesa. Miden normalmente unos cuatro metros de largo por dos de ancho y pesan menos de 750 kg.