¿CÓMO LLEVAR AL PERRO EN EL COCHE?

Por lo general, colocar un gato, un hámster o un loro en el coche es bastante más sencillo, por tamaño y peso, que hacer lo propio con un perro. Para evitar que tanto éste como cualquier otro ocupante del coche se dañe en caso de accidente, el perro deberá ir correctamente sujeto y ubicado tal y como indica el Reglamento General de Circulación.

Si el usuario opta por montarlo en los asientos traseros haciendo uso o no de las fundas especiales que hay para ello, lo más seguro es atar su arnés con doble enganche al cinturón de seguridad. Un arnés con un único enganche resulta más débil porque el mosquetón puede romperse con un perro de 22 kg. De todos modos, lo que no es nada aconsejable es sujetarlo al collar, ya que en caso de choque podríamos dañar seriamente su cuello.as.

TRANSPORTÍN Y REJILLA DIVISORIA, LA MEJOR OPCIÓN 

La mejor alternativa para los perros más grandes, según el RACE, es llevarlo en el maletero habiendo instalado antes una rejilla separadora para que no pueda acceder al habitáculo. Además, si se complementa con un transportín (algo que sirve para cualquier otro animal doméstico), mejor que mejor.

Los perros más pequeños, por su parte, pueden viajar en un transportín sin ninguna sujeción adicional, siempre que se coloque en el suelo de la segunda fila de asientos. Ojo, no en las banquetas, sino donde los ocupantes traseros pondrían los pies.

Por supuesto, además de contar con los utensilios necesarios para que el perro viaje de la manera más cómoda y segura, también conviene que antes de iniciar la marcha el usuario se asegure de llevar una botella de agua para mantenerlo hidratado en todo momento. Asimismo, se recomienda parar cada dos horas para que el conductor, los ocupantes y la propia mascota estiren las piernas y descansen del trayecto.

CUÁLES SON LAS MULTAS POR LLEVAR INDEBIDAMENTE AL PERRO EN EL COCHE 

De no disponer de una adecuada sujeción para evitar que los animales interfieran en la conducción y puedan entonces afectar a la libertad de movimientos y al campo necesario de visión del conductor (Artículo 18 del RGC), podríamos exponernos a una multa de 80 euros.

Ahora bien, si un agente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil considera que se está violando el Artículo 3 (circular de forma manifiestamente temeraria o negligente creando una situación de riesgo), la gravedad será mucho mayor. En otras palabras, dejar que el perro vaya en el regazo del conductor, de un acompañante o totalmente suelto en el habitáculo podríamos llegar a pagarlo con hasta 500 euros de multa y una detracción de seis puntos en el carné.